Vasarely

Una opulenta exposición es la que el Centro Pompidou dedica al artista húngaro Victor Vasarely, afincado desde 1930 en París. Vasarely supo conjugar arte, diseño, publicidad y comercio sin renunciar a actitudes estéticas arriesgadas que sacaran al espectador de la zona de confort, de percibir el arte únicamente con parámetros tradicionales. 

El recorrido es un viaje al universo del artista con 300 obras que abarcan toda su trayectoria artística en donde desde el inicio, el publico percibe cómo Vasarely vivió en su periodo de formación en su Hungría natal, inmersa en el periodo de entreguerras, el diseño gráfico y la tecnología empezaron a trabajar de la mano, aunque sin los ordenadores a los que hoy en el siglo XXl estamos acostumbrados. Se percibe en sus trabajos esa idea de aunar el arte con la vida cotidiana de las personas muy en la línea a los postulados teóricos soviéticos y La Bauhaus. Es en las salas de los años 1960 y 1970 donde se produce un auténtico choque de color absoluto de tonos muy saturados donde formas y color generan un mismo núcleo compositivo, germen de su base de trabajo visual. En esos años, sus creaciones se veían por todas partes, desde camisetas, papeles, rótulos , pósters, vidrieras hasta el propio logo de la marca de automóviles Renault.  Buscando paralelismos, Vasarely es para el Optical Art lo mismo que generó Warhol para el Pop Art, un artista que durante algunos años ha quedado más velado y en este último tiempo está habiendo un revival de su figura y si cabe cobra más interés  aún desde la óptica actual, de como un hombre en los años 20 supo ofrecer nuevas soluciones apoyándose con una tecnología lejos, muy lejos, del soporte informático actual. Desafíos geométricos, composiciones espaciales llevadas a gran escala, superposición de negativos con resultados inquietantes, códigos de color creados de datos alfanuméricos que podían multiplicarse son el corpus de un lenguaje que en los años 1970 se hace universal para crear objetos y reproducirse en masa. Vasarely es también el artista que observa la vida y la incorpora en su creación como cuando traslada las grietas de los suelos y azulejos del metro de Paris a sus dibujos.

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